En 2001 rodé mi primera película en una familia gitana rumana que vivía en un campamento de chabolas. Aida era una adolescente sonriente, enamorada de DiCaprio y que soñaba con ser modelo y cantante. 20 años después, hoy es madre y esposa. Sufre depresión. También ha estado en la cárcel. Ella quiere el divorcio. Es la historia de su lucha por la emancipación, la independencia y una nueva vida fuera del campo.