Roman, un chico de nueve años, se muda con su madre, Oksana, que se va a Alemania a trabajar ilegalmente. Allí viven con Gert, un viudo de 62 años que padece diabetes. El hombre intenta hacerse amigo del chico, pero Roman lucha por conseguir la atención de su madre. De repente, Oksana enferma, y Roman se queda solo con su rival. Para su sorpresa, Gert resulta un buen compañero de juegos, hasta que muere de un ataque cerebral y Roman queda atrapado en un lugar lejano junto a un cadáver.