Aïcha, una joven afro-alemana de 11 años, descubre un error que no quiere aceptar: en sus papeles de ciudadanía, su nombre está mal escrito. Aïcha decide averiguar por qué nadie más parece darse cuenta del error. En una mezcla entre documental y ficción, la película ofrece una reflexión sobre la importancia del nombre en la construcción de la identidad y el papel del individuo como parte de la comunidad, a la vez que destaca lo valioso que es el apoyo colectivo.