Tras manifestaciones masivas en 2014 en contra de una dictadura de 27 años, se celebran elecciones en Burkina Faso en 2015. Pero la revolución no genera un cambio real, sobre todo en la explotación económica del país a manos de compañías extranjeras. Hoy, un gobierno débil permite el avance de Al Qaeda y del EI, lo que puso a la región bajo ataque.